Héroes Azules en la Colonia Narvarte
¿Qué es lo que se necesita para ser un héroe? Una de tantas virtudes es la valentía; valentía para poner en riesgo la propia vida a fin de poner a salvo de un riesgo evidente a personas que ni siquiera son conocidos, eso es lo que hacen los héroes: salvar vidas a toda costa.
Uno de estos actos de valentía, lo podemos ejemplificar con lo que sucedió el pasado octubre en la colonia Narvarte, alcaldía Benito Juárez, cuando efectivos de la Policía Bancaria e Industrial (PBI) y personal sectorial de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) recibieron una alerta sobre un incendio en un edificio de cinco niveles.
Al llegar a la dirección indicada, se percataron que, en un departamento del segundo piso había llamas y salía mucho humo. Inmediatamente los policías procedieron a ejecutar los protocolos para casos de emergencia y acordonaron el edificio para realizar trabajos de vialidad y agilizar la llegada de los servicios de emergencia.
No obstante, no esperaron inmóviles la llegada de los vulcanos, su noble labor y compromiso con la gente los hizo ingresar y salir del inmueble en llamas una y otra vez en busca de habitantes rezagados para ayudarlos a salir y ponerlos a salvo.
Un total de 60 personas, varias de ellas en situación vulnerable, fueron auxiliadas por los valientes uniformados. Tal fue el caso de una mujer de la tercera edad, a quien tuvieron que evacuar cargándola en brazos, así como a perros y demás mascotas que se encontraban en el lugar, las cuales fueron entregadas sanas y salvas a sus respectivos dueños.
El propietario del departamento donde inició el siniestro, un hombre de 70 años de edad, resultó con quemaduras de tercer grado, por lo que fue trasladado por paramédicos a un hospital cercano para su atención médica especializada.
Personal del Heroico Cuerpo de Bomberos arribó al lugar para sofocar el incendio, en tanto que los policías corroboraron que ninguna otra persona se encontrara lesionada, para inmediatamente después colaborar en la remoción de escombros.
Los uniformados capitalinos son héroes de la vida real; mujeres y hombres con familia, amigos y sueños, pero, sobre todo, con un gran compromiso hacia su labor como servidores públicos.
Estos héroes contemporáneos de carne y hueso enfrentan, no sólo un edificio en llamas para salvaguardar la integridad física de las personas y sus mascotas, sino también son los primeros en dar un paso al frente para combatir y controlar cualquier eventualidad de riesgo.