El dominio de la maniobra de Heimlich fue fundamental para una intervención exitosa
Los policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México día con día portan llenos de orgullo su uniforme y con gran convicción salen a las calles a llevar a cabo su noble labor de servicio en beneficio de los habitantes y visitantes de la capital. Aunque, en cada intervención dan muestra de su valor y pericia, hay eventos que les dejan una marca muy especial en sus vidas.
Así lo vivió el pasado 29 de octubre, el Policía Segundo González, quien recordará dicha fecha como el día en el que tuvo la oportunidad de salvar la vida de un bebé de dos semanas de nacido que se atragantó con su propia saliva en la alcaldía Azcapotzalco.
Lo primero que observó a llegar al domicilio donde estuvo a punto de concretarse una tragedia, fue a una mujer con un bebé inmóvil y con la cabeza colgando en brazos, quien desesperada y sin saber que hacer le dijo que su hijo ya no respiraba y que tampoco sentía los latidos de su corazón.
Sin dudarlo por un instante, González tomó al bebé y se lo colocó en el brazo izquierdo, para darle pequeñas palmadas en la espalda alternadas con breves masajes, hasta que logró hacer que el menor reaccionara y tosiera para expulsar la saliva y mucosidad que le obstruían las vías respiratorias.
El método utilizado por el oficial es una variante de la maniobra de Heimlich para usar con bebés, y es una de las muchas enseñanzas que los uniformados aprenden a dominar durante su formación como cadetes y las capacitaciones que reciben a lo largo de su carrera en la corporación.
Gracias a su oportuna intervención se evitó una tragedia para la joven familia, pero su labor no concluyó ahí; para asegurarse que el menor recibiera la atención médica adecuada, se dio a la tarea de abrir el paso a una ambulancia que lo trasladó al Hospital Pediátrico de Azcapotzalco.
Para el policía, el servicio que brinda a la gente lo llena de felicidad, “mi experiencia como policía ha sido maravillosa, ya que me encargo de proteger y salvaguardar los derechos de la ciudadanía”, aseguró. En particular, el haber salvado la vida de aquel bebé representó una razón para dar todavía más de sí en su servicio como policía, “Asimismo, estoy orgullosos por haber salvado una vida, una vida inocente; haber salvado una vida que apenas comienza”.
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