• “Esta persona hizo un disparo que impactó en la bolsa izquierda de mi pantalón, donde traía mi portaplaca”
•“Se me había roto la cadena y al componerla quedó más chiquita y ya no me la podía colgar, y por eso me la metí en el pantalón”
Ser policía es un oficio de mucho riesgo; no cualquier persona se anima a serlo. Se requiere tener valor, determinación y un compromiso inquebrantable con la sociedad para salir a trabajar todos los días con el conocimiento de que en cualquier momento pueden enfrentar una situación en la que su vida pueda ser expuesta. Por ello, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC) capacita constantemente a su personal física y mentalmente, con el propósito de construir la mejor policía de México.
Cual guion de película de acción, la placa de identificación del Oficial Medina lo salvó de recibir un impacto por arma de fuego y repelió la agresión durante la detención de un presunto asaltante en la alcaldía Benito Juárez.
Este heroico uniformado, adscrito al Sector L de la Policía Bancaria e Industrial, nos compartió que mientras realizaba sus labores de vigilancia en una sucursal bancaria de la colonia Portales auxilió a un ciudadano, quien dijo haber sido asaltado previamente.
Sin perder tiempo, identificó y se acercó al presunto responsable, quien respondió de forma agresiva: “apliqué los comandos verbales y le pedí que me dejara hacerle una revisión, porque lo estaban señalando como probable responsable de un robo. Mientras me iba acercando, esta persona se hizo la ofendida y tomó una actitud evasiva, hasta que sacó un arma de fuego de entre su ropa”, compartió.
Tras 10 años de experiencia afrontando los riesgos propios que conlleva la noble labor policial, y gracias a la continua capacitación que brinda la SSC a sus integrantes, supo inmediatamente lo que tenía que hacer: “me abalancé hacia él para poder controlar la situación y desarmarlo. Durante el forcejeo, esta persona logró hacer un disparo que impactó en la bolsa izquierda de mi pantalón, donde traía mi portaplaca”, dijo.
Con los sentimientos a flor de piel por el recuerdo tan fresco de aquella vivencia que puso en peligro su vida, continuó su relato, del que sobresalen su valor, profesionalidad y compromiso con la ciudadanía:
“De momento no sentí nada, pero al ver que mi vida y la de terceras personas estaba en peligro, desenfundé mi arma y realicé un disparó que impactó en la pierna izquierda de esta persona”.
Tras esta sagaz y acertada acción, pudo controlar la situación y obtener la rendición del agresor, quien supo que ese día no sería su día de suerte y soltó su arma, acompañado de un “ya estuvo”, con lo que se concretó su detención.
La insigne labor de los uniformados va mucho más allá de las detenciones; una vez controlada la situación, el Oficial Medina se aseguró de salvaguardar la integridad física de la persona detenida, misma que fue trasladada y recibió atención médica bajo custodia policial.
Confesó que él no le quería platicar este acontecimiento a su familia, para no preocuparlos, pero al saber que tarde o temprano se enterarían por medio de la televisión, decidió contárselos personalmente y afortunadamente no pasó de un susto.
Orgullosos de su labor, sus familiares y él, son conscientes de los riesgos que ésta implica, es por eso que todos los días agradece poder despertar y sale a trabajar con la bendición de su esposa y su hija, además de encomendarse a Dios, a la Virgen y a “San Juditas” para que lo cuiden durante su jornada.
Tal parece que las bendiciones de su esposa e hija y su fe fueron lo que interpuso su placa de identificación entre la bala y su cuerpo, toda vez que la traía en la bolsa de su pantalón “porque se me había roto la cadena y al componerla quedó más chiquita y ya no me la podía colgar, y por eso me la metí en el pantalón”.
Destino o casualidad, no importa, lo que sí es que el Oficial Medina puede contar de viva voz esta experiencia que, sin lugar a dudas, inspirará a su compañeros y a miles de niños, que como él lo hizo en su infancia, sueñan con ser policías y servir a la sociedad.